LOS PLATOS MÁS TÍPICOS DE NUESTRA SEMANA SANTA
Restaurante La Resolana

PLATOS TÍPICOS SEMANA SANTA


Falta cada vez menos para el comienzo de nuestra semana grande, nuestra Semana Santa, y queríamos compartir con vosotros alguno de los platos más tradicionales de nuestra ciudad para estas fechas tan especiales para cualquier sevillano.

LA TORRIJA

¿Quién puede resistir en Semana Santa a este dulce tan tradicional y tan nuestro? Consiste en una rebanada de pan —habitualmente duro, de varios días— que se empapa en leche y reboza en huevo, para luego freírla con aceite abundante. Tras la fritura, se endulza con azúcar o miel y se aromatiza con ingredientes varios como canela o algún licor.

Tiene un origen humilde, y buscaba llenar pronto para que no se cayera en la tentación de comer carne, alimento prohibido durante la cuaresma.

Actualmente se elaboran variedades vegetarianas que sustituyen la leche de vaca por leche de soja, y los huevos por harinas de diferentes legumbres. Y cómo no, no podemos olvidarnos de nuestra especialidad de la casa, nuestra torrija de chocolate.

LOS PESTIÑOS

Son un dulce muy típico de nuestra región, y se elaboran con masa de harina frita en aceite de oliva y pasado por miel. A la masa se le suele dar sabor con ajonjolí. Su tamaño y forma son variables, y destacan los elaborados en Sevilla, Cádiz, Chiclana de la Frontera o Sanlúcar de Barrameda.

Tienen forma de pajarito o lazo, tomando una pieza de masa ovalada y doblando hacia el centro los laterales.

EL POTAJE DE VIGILIA

Tradicionalmente es un potaje que se sirve los viernes de cuaresma debido a la prohibición religiosa que existe sobre la carne en estas fechas. Es uno de los platos más socorridos en Semana Santa, y lo podemos encontrar también con el nombre de potaje de bacalao con espinacas y garbanzos.

El protagonista de este potaje es el bacalao, que se debe poner a remojo el día anterior al proveer de un salazón. Este potaje está elaborado con garbanzos, judía blanca, espinacas, cebolla, ajos, pimentón y aceite.

A decir verdad, una Semana Santa no sería lo mismo sin estos platitos tan apetecibles y tan nuestros.

Porque… ¿qué es un domingo de Ramos sin una buena torrija?

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